¿Pornografía cristiana?

Estos últimos días, los medios han sido invadidos por una noticia particular. Un artículo periodístico escrito por Anderson Ribeiro anunció que estará disponible en el mercado un nuevo género de pornografía que ha sido denominada ‘pornografía cristiana’.

Esto fue anunciado en la Revista Salvador, publicación cristiana brasileña que describió que el objetivo de este tipo de pornografía es fortalecer los valores familiares y enriquecer las relaciones sexuales entre los creyentes y no como una forma de promover fantasías para la propia satisfacción de los usuarios.
¿De qué trata esto? Estamos hablando de películas pornográficas cristianas, la diferencia entre estas y pornografía “tradicional” es que las cristianas están protagonizadas por actores casados y filmadas con mucho respeto.

Las parejas que protagonizan las películas deben de ser casadas y practicar la religión cristiana, las escenas se basan en la pareja, bien realizadas, sin denigrar a ninguno de los dos y con un lenguaje correcto, basado en el amor y respeto.

¿Por qué producir ‘pornografía cristiana’? ¿Qué interés puede suscitar este tipo de producción cinematográfica?
La pornografía es la actividad más rentada en el mundo después del armamentismo y el narcotráfico. Por tal razón, los negociantes del sexo intentan que sea bien vista, aunque para eso tengan que disfrazar, todo lo posible, sus intenciones.

Me niego a creer nosotros como cristianos promovamos este tipo de suciedad. Confío en que este tipo de prácticas se oponen con vehemencia el mensaje del Evangelio de Jesucristo. Sin duda no hay que inclinarse ante la inmoralidad que ha destruido parte de la sociedad brasileña.
Hebreos 13:4 dice: “El matrimonio debe ser tenido en gran honor por todos, y el lecho conyugal debe conservarse sin mancilla (es decir, sin impureza), porque Dios juzgará a los impúdicos (es decir, los obscenos) y a los adúlteros”, NVI.

Si no somos rotundos frente este aborrecible avance del mal, tendremos que acostumbrarnos a otros “rubros” cristianos. ¿Qué tal el casino “cristiano”, o mejor, el narcotráfico “cristiano”? Si ya existe “porno cristiano”, podemos esperar cualquier cosa.

El apóstol Pablo, en 2ª Corintios 3:17, Gálatas 5:13 y Romanos 8:2, afirma que Cristo nos hizo libres. La pornografía es esclavizante y adictiva; atenta contra nuestro ideal de santidad, contra nuestra libertad y espontaneidad en la intimidad matrimonial. Nos hace vulnerables a la opinión de terceros. Más que denigrarse la sexualidad, se denigra la santidad del pacto matrimonial y se viola su secreto conyugal sexual.

1ª Tesalonisenses 4:4-5 dice: “Cada uno de ustedes sepa tener su propia esposa en santidad y honor (dignidad, decencia); no en pasión de concupiscencia (lujuria, lascivia), como los gentiles que no conocen a Dios”.
Colosenses 3:5: “Hagan morir, pues, lo terrenal en ustedes: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos…”

¿Que opina usted?….